miércoles, 10 de diciembre de 2014

Canelones florentina

¿Os gustan los canelones? A nosotros nos encanta, ya sean de carne, de pescado, de verduras... Aunque también sabemos que nos son el plato mas ligero que se puede preparar, pero en ocasiones hay que saber darse un capricho, y para esas ocasiones en las que nos queremos dar un pequeño homenaje, pero no queremos sentirnos después muy culpables, hoy os presentamos unos canelones un poco mas ligeros que los habituales.
Todos tenemos en mente la base de todas las recetas de canelones, y es que es uno de esos platos que todos conocemos pero que muchas veces descartamos preparar por lo laborioso que resulta su elaboración: primero preparar el relleno de los mismo, ya sea a base de carne, pescado, verduras...lo que mas nos guste, y el resto, por lo general, es siempre lo mismo: laminas de pasta y la salsa bechamel.
De esto, y según vamos descubriendo el mundo de la cocina, vamos sabiendo que un plato como este, que pensábamos que no nos podría sorprender, puede prepararse de múltiples formas, a cada cual mas apetitosa: podemos sustituir las laminas de pasta por calabacin o berenjena a la plancha o cocida, en lugar de bechamel, podemos hacerlos con una salsa ligera de queso... hay mucho por descubrir en este plato.
En la receta de hoy, no vamos a hacer nada extravagante ni extraño. Nuestra intención es hacer un plato tradicional con un relleno que quizá muchos ya conozcáis, como son las espinacas. Las pruebas las tenemos en mente, y no dudéis que en el futuro nos lanzaremos a hacerlas, pero no es el caso del plato de hoy.
Queríamos hacer unos canelones algo diferentes a los que ya habíamos preparado en mas ocasiones, como eras rellenos de pollo con paté o con carne picada, pero no se nos ocurría de qué, hasta que vimos esta receta por internet, y nos llamo mucho la atención. Unía el plato que buscábamos junto con las verduras, de modo que el relleno no seria muy pesado. Así que ya teníamos la receta que queríamos.
La elaboración no fue nada complicada, y el resultado nos encantó. Nunca habíamos probado unos canelones solo de verduras, y la verdad es que quedamos muy sorprendidos por el sabor y las texturas. Sin ninguna duda repetiremos en mas de una ocasión, al igual que esperamos que os suceda a vosotros cuando los probéis, ya que con este plato, tendremos unos canelones diferentes y con los que sorprenderéis a todos en casa. Vamos a por los delantales y a la cocina!



Ingredientes (3 personas):

  • 800 gr de espinacas congeladas
  • 12-14 laminas de pasta de canelones
  • 1 huevo
  • 1 cebolla pequeña
  • 60-70 ml de nata para cocinar
  • Tres puñaditos de quesos parmesano rallado
  • Queso rallado para gratinar
  • 1 brick pequeño de tomate frito
  • Sal
  • 2 vasos de leche fria
  • 3 cucharadas de mantequilla
  • 2 cucharadas de harina


Preparación;
  1. Primero, pondremos a cocer las espinacas de la forma que indica el envase (en un cazo con agua hirviendo con sal echaremos las espinacas congeladas. Cuando arranque a hervir nuevamente, lo dejaremos 5-6 minutos). Las sacaremos en un escurridor, las refrescamos y apretaremos para que suelten todo el agua que tengan. Reservamos.
  2. Pondremos las laminas de pasta en agua caliente (o las pondremos a hervir, dependiendo del tipo de pasta) para que se vayan preparando.
  3. Picaremos la cebolla y la pondremos a pochar en una sarten con aceite a fuego medio-bajo. Cuando comience a dorarse, echaremos las espinacas y removeremos. Salamos y dejamos cocinar unos minutos. Retiramos del fuego y reservamos.

  4. Batimos el huevo y añadimos la nata y el parmesano. Removemos todo bien.
  5. Añadimos a las espinacas y mezclaremos todos los ingredientes. Probaremos para rectificar de sal en caso necesario.
  6. Vamos montando los canelones (habremos escurrido las laminas del agua) e iremos distribuyendolas en una fuente en la que previamente habremos puesto una cama con el tomate frito.

  7. Prepararemos la salsa bechamel: echamos en un cazo la mantequilla a fuego medio, y la derretimos. Cuando la tengamos derretida, vertemos la harina y lo removemos muy bien durante unos instantes, mientras se dora un poquito la harina. En ese momento, vertemos medio vaso de leche y continuamos removiendo (este momento es importante remover bien, ya que es donde podemos evitar que nos queden los famosos grumos). Cuando veamos que ya está todo bien integrado, iremos vertiendo el resto de leche. Continuamos moviendo hasta que tome la espesura que nos guste (es importante no dejar de remover en ningún momento, para evitar que se nos pegue). Si queremos darle un toque diferente, podemos espolvorear un poco de nuez moscada mientras se esta preparando.
  8. Precalentamos el horno a 200-220º arriba y abajo.
  9. Vertemos la salsa sobre los canelones y esparcimos queso rallado por encima.
  10. Metemos la bandeja en el horno, poniendo el gratinador o calor arriba. Lo mantendremos mientras los quesos se derritan o gratinen (al gusto de cada uno).
  11. Servimos caliente.
Ya habéis comprobado lo sencillos y lo apetitosos que quedan estos canelones. Y si os gusta la apariencia, imaginaos como estarían de buenos al probarlos!

Un saludo a tod@s y buen provecho!

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