viernes, 11 de julio de 2014

Mousse de chocolate blanco con dulce de fresa

Esta tarta-mousse que hoy compartimos con todos vosotros, es quizá, una de las mas bonitas en cuanto a presentación y estética que hemos preparado, y del sabor y textura...pues que deciros, simplemente deliciosa! Y es que juntar en un mismo postre el sabor del chocolate blanco (a mi me encanta) unido a la textura y esponjosidad de la mousse y con un toque de fresas...Irresistible!
Lo primero que quiero hacer en esta publicación es dar las gracias al blog de donde cogimos la receta original, y de la que decidimos apenas cambiar nada, ya que nos resulto perfecta. El blog en cuestión es Las Recetas de Masero. Nos sentíamos obligados a hacer referencia a el, y difundir esta gran receta para que mas gente pueda disfrutar de ella.
Como os decía, la idea de este postre la tenia bien guardada entre mis favoritos desde que la vi. Me resultó espectacular, y sabia que tarde o temprano la realizaríamos. Y nos llegó la ocasión. Una cena familiar, junto con tíos y primos de Carmen, así que nos lanzamos a prepararla. No cambiamos prácticamente nada por dos motivos: uno es que aun no teníamos mucha experiencia en la cocina, y dos y quizá mas importante, que pensábamos que si una receta es buena, lo mejor es dejarla tal cual. Según la preparábamos, nos iba gustando cada vez mas, ya que entre la textura de la mousse, unido a lo bonito que quedó el dulce de fresa y el punto final del chocolate lateral, la presentación quedó, como diría Carmen, "muy cuqui". Por la parte visual y de la estética del plato, sorprendió a toda la familia, pero lo que realmente les encantó fue su sabor. Dulce, suave, esponjosa, con el toque crujiente del chocolate... No quedó nada!
La preparación de esta delicia, no os voy a engañar, es algo mas compleja que otros postres que ya hemos publicado, pero tampoco en exceso. Veréis que en lo que mas tiempo tardareis será en la presentación y decoración de la misma, ya que prepararla no lleva demasiado tiempo.
Sin entreteneros mas, creo que ya es hora de comenzar con la receta. A por los delantales y manos a la obra!



Ingredientes (8 personas):
    • Para la base
  • Un paquete de galletas Maria
  • 130 - 140 gr de mantequilla
  • Mermelada de fresa
    • Para la mousse
  • 335 gr de chocolate blanco
  • 600 ml de nata para montar (3 bricks de 200 ml)
  • 1 cucharada y media de azúcar avainillado
  • 6 hojas de gelatina neutra
    • Para el dulce de fresa
  • 350 gr de fresas
  • 175 gr de azúcar
  • 4 cucharadas de agua
    • Para el crujiente de chocolate
  • Chocolate negro para fundir
Preparación: 
  1.  Primero, trituramos las galletas, pasándolas si fuera necesario por el colador para que queden finitas o bien, por el accesorio picador de la batidora si disponéis de el. Calentamos la mantequilla hasta fundirla y la mezclamos con la galleta, formando una pasta que al aplastarla quede firme. En este punto, es muy importante ir vertiendo la mantequilla poco a poco. La cantidad que yo utilizo son 140 gr, sin embargo, debido a la marca de la misma o el tipo de galleta, con esta misma cantidad en ocasiones nos ha quedado una pasta muy grasienta. Por eso, es bueno ir vertiéndola en pequeñas cantidades y removiendo. Cuando comprobemos que la pasta que nos queda es compacta, dejaremos de verter mantequilla.
  2. Extenderemos sobre el molde que usaremos (molde grande de unos 26 cm) y aplastaremos con una cuchara, formando una base solida. Tendremos especial cuidado de que por los bordes quede bien cubierto y aplastado, para que no se nos salga la mousse después.
  3. Cuando tengamos la base firme, extenderemos sobre la misma unas cucharadas de mermelada de fresa, extendiéndolo sobre toda la superficie. Meteremos en la nevera mientras continuamos con los siguientes pasos.
  4. Pondremos las hojas de gelatina a hidratar en agua fría.
  5. En un cazo vertemos un brick de nata (dejando un poco reservado para disolver después la gelatina) junto con el chocolate blanco partido en trozos. Lo ponemos a fuego medio-bajo removiendo hasta que el chocolate se funda y se una bien con la nata. Apartamos del fuego.
  6. Calentaremos la nata que teníamos reservada en el microondas un poco (solo unos segundos, no tiene que hervir) y disolvemos en ella las hojas de gelatina, escurriéndolas antes bien el agua sobrante. Removemos bien con una cuchara para que se disuelva.
  7. Volvemos a poner el cazo con la nata y el chocolate al fuego y vertemos la mezcla con la gelatina. Removeremos hasta que no queden grumos y la mezcla sea homogénea. Retiramos del fuego y dejamos enfriar.
  8. En un bol, montamos la nata restante junto con el azúcar avainillado.
  9. Cuando tengamos la nata montada, y la mezcla del chocolate se haya enfriado un poco, verteremos esta ultima en un cuenco e iremos vertiendo la nata montada, removiendo con movimientos envolventes y suaves para que no se nos baje. Tiene que quedar una mousse suave y con todos los ingredientes bien unidos.
  10. Una vez lo tengamos, verteremos la preparación sobre la base de galletas y mermelada que teníamos en la nevera. Lo extendemos sobre toda la superficie y volvemos a ponerlo en el frigorífico. Dejaremos unas cuantas horas (o mejor de un día para otro).
  11. Fundiremos unos trozos de chocolate negro, en el microondas o al baño maría. Sobre papel vegetal y con ayuda de una cuchara o manga pastelera, crearemos tiras o dibujos de chocolate, con el fin de decorar al final los laterales de la tarta. Dejaremos enfriar para que se endurezcan, dejándolo unas horas para que se solidifiquen las formas. Despegaremos del papel y meteremos en la nevera para que se endurezcan mas.
  12. Para preparar el dulce de fresa, las lavamos y cortamos en trozos y las ponemos en un cazo junto con el agua y el azúcar a fuego bajo, removiendo de vez en cuando. Cuando veamos que las fresas se han caramelizado y estén blandas, las pasamos  por la batidora (pero ojo, batir solo las fresas, ya que si incorporamos también el almíbar que se forma, nos quedara demasiado líquido, y queremos una textura como de mermelada, mas cremosa). Pasamos por un colador y probamos. Si fuera necesario, echar una cucharada de azúcar, pero no más, ya que no es necesario que quede excesivamente dulce.
  13. Desmoldaremos la mousse, y con ayuda de un biberón en el que vertemos el dulce de fresa, decoraremos a nuestro gusto en la superficie.
  14. Sacaremos del frigorífico las figuras de chocolate y las dispondremos alrededor, pegándolas por todos los laterales.
¿Que os ha parecido? Tiene buena pinta, ¿a que si? Pues solo os queda probarla y disfrutar. Aunque resulta un poco mas compleja que otros postres que hemos preparado, seguro que me dais la razón en que el resultado final merece la pena.

Un saludo a tod@s y buen provecho!





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